La empresa Molino Bio Bio compra trigo para luego producir y vender harina. El negocio nace de la necesidad económica de una familia en el año 1978, cuando los hermanos Andaur adquieren un molino con capacidad de 21 toneladas de producción diaria. Con el tiempo y mucho trabajo fueron ampliando la capacidad de su planta, ahora son una sociedad de hermanos cuya empresa produce 200 toneladas diarias de trigo, trabajan desde Santiago hasta Temuco y llegan a todo Chile.
Para lograr este gran crecimiento superaron muchos desafíos. El año 2018 como querían robustecer su negocio tomaron el programa COMPITE + 1000. Ahora en 2021 volvieron a contactar a COMPITE para fortalecer las estructuras de un gobierno familiar corporativo para poder transferir la empresa a sus hijos, formando un directorio formal.
“Habíamos emprendido en muchos otros negocios pequeños en realidad, pero en general nos dimos cuenta con COMPITE que fueron errores, porque nos desviamos de nuestro core business. Ahora estamos cien por ciento focalizados en el Molino y tomamos una consultoría porque estamos transfiriendo la gestión del negocio a nuestros respectivos hijos, para que ellos asuman toda la gestión y dirección de la empresa”, dice el director de Molino Bio Bio, Fernando Andaur Vignolo.
Al tomar la consultoría de 12 meses, el directorio se juntaba una vez a la semana para hacer seguimiento del trabajo y definir tareas para avanzar en sus objetivos, apoyándose con dos consultores y dos tutores de COMPITE. La reunión se hacía con los directores y con los hijos, para tener mejores resultados y generar buenos vínculos de trabajo. Así fue como desarrollaron el protocolo familiar, el código de ética, formalizaron las funciones del directorio y establecieron el Consejo Familiar.
“Nosotros ahora estamos casi fuera de los procesos de gestión de la empresa, y con mucha tranquilidad por todo el trabajo con COMPITE. Por fin logramos hacer algo que no sabíamos cómo hacer, que era darle la formalidad y estructura al directorio para estabilizar la gestión empresarial del gobierno corporativo”, explica el director de Molino Bio Bio, Jaime Andrés Andaur Fuentealba.
Por otro lado, se trabajó la encuesta de clima con muy buenos resultados, se generó un estado de situación financiera, se definieron los indicadores que se medirían en un presupuesto operativo anual y conceptos importantes para el área comercial. Además, se estableció una política de compra de trigo, una matriz de riesgo, se trabajó un plan de empoderamiento femenino en la empresa y la estrategia corporativa para el futuro, como por ejemplo la implementación de un seguimiento con Carta Gantt de los proyectos que van a tomar. Con la pandemia también se analizó un presupuesto para un crecimiento internacional y se trabajaron a tiempo los problemas que se produjeron producto de la crisis, como por ejemplo realizar un análisis histórico del trigo para tomar precauciones y enfrentar mejor el próximo año de trabajo.
“Hacer todo eso nos llevó mucho tiempo, pero nos pusieron ejemplos, nos dieron consejos y nos fueron guiando en ese camino para asegurar y armar un buen gobierno corporativo familiar, para que no se perdiera todo lo que habíamos hecho hasta ahora”, comenta Fernando Andaur.
Lo que más destacaron los empresarios de Molino Bio Bio fue el trabajo en conjunto entre los padres y los hijos en las reuniones, para que todos estuvieran alineados con los propósitos que se trabajarán de ahora en adelante en la empresa. Ahora ya están tranquilos y con un fortalecido gobierno familiar corporativo para poder transferir la empresa a sus hijos.
Conoce más sobre el trabajo de Molino Bío Bío en www.molinobiobio.cl
